Sabías que una de las maneras de identificar si te estás
saboteando en tus objetivos y metas, es tomar conciencia de cómo te hablas a ti mismo, y como este mecanismo suele dañar la
autoestima y autoconfianza.
Lo importante es que puedes aprender a usar este
crítico interior a tu beneficio. ¿Cómo? Primero te cuento que todos los
comentarios despiadados que te haces a ti mismo, están motivados por el AMOR. ¡si! créelo.
Un estudio del comportamiento explica: que esa voz
que te habla, ese crítico interior, que esa parte tuya busca motivarte para que
hagas las cosas de la mejor manera, (como si te hablaran tus padres), solo que
el mensaje llega incompleto.
Para comprender mejor tomemos un ejemplo:
Imagina que tu hijo menor está aprendiendo a andar en bicicletas y aún
no tiene permitido bajar a la calle, solo puede circular por las veredas. Estas
dentro de tu casa y escuchas un bocinazo y un auto que frena repentinamente.
Inmediatamente sales y le gritas: ¡Cuidado!, entra inmediatamente a la casa.
También le dices: “¿cuántas veces te lo tengo que repetir? ¿Eres tonto que no
lo entiendes? ¡Ahora vete a tu dormitorio estas castigado, por una semana no
usaras la bicicleta, y no bajes a la calle, no lo hagas más!”.
En realidad lo que realmente le quisiste decir es: “¡Hijo,
te quiero tanto! Quiero que andes en bicicleta solo por las veredas, cuando estés
solo, ya que en esta zona de la ciudad los autos circulan a gran velocidad y es
muy peligroso, temo que puedas tener un accidente, y yo quiero que estés a salvo para verte crecer y convertirte en un
joven sano…”
Solo le diste la mitad del mensaje al niño. El miedo
a que le pasara algo hizo que sólo expresaras enojo, aunque debajo de ese enojo
hay tres capas más: miedo, pedido específico y amor.
Enojo: “Estoy enojad@, porque bajaste a
la calle”
Miedo: “Tengo
miedo que puedas tener un accidente”
Pedido: “Quiero
que circules en la bicicleta solo por las veredas, que no bajes a la calle cuando
estés solo”
Amor: “Hijo:
te quiero tanto que no se qué haría sin ti. Eres una persona importante en mi
vida. Deseo que disfrutes de esta etapa maravillosa de tu vida. Mereces divertirte
mucho y mantenerte a salvo, para vivir en bienestar, ¿entiendes?”
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Puedes ver la gran diferencia de la parte que no se dijo del mensaje, suena distinto ¿verdad? de esta
misma manera puedes entrenar a tu "crítico interior", cada vez que te hable escúchalo, pregúntale cuál es el pedido específico que quiere hacerte, y agradécele. Ahora tienes herramientas
para transformarlo en un "coach interior" de tu bienestar.
(1) Enojo,
(2) Miedo,
(3) Pedidos y
(4) Amor.
(4) Amor.
Dedica un mínimo de un minuto a cada paso.
Asegúrate de ser muy específico en la etapa de
pedidos.
Expresa exactamente lo que quiere decir.
“Quiero que te alimentes mejor,” es
una frase muy vaga.
Se más específico, por ejemplo: “Quiero
que comas al menos cuatro porciones de vegetales todos los días. Quiero que
comas menos papas fritas y menos postres. Quiero que comas algún tipo de fruta
en el desayuno todos los días. Quiero que comas trigo
y arroz integral en lugar de harina de trigo”.
Entre más específico seas en la forma de expresarte,
más efectivo será el ejercicio. hacerlo en voz alta, es lo recomendable, hazlo
con toda la emoción y la pasión posibles.
El siguiente es un ejemplo de lo que podrías decir utilizando la lista de
juicios ya indicada:
Enojo: Estoy disgustado contigo por no cuidarte mejor. ¡Eres un
perezoso! Bebes demasiada gaseosas y comes demasiado. ¡No tienes
autodisciplina! ¿Cuándo te vas a decidir? ¡Eres perezos@! No soporto tu pereza. Estás engordando y perdiendo
más la figura cada día. La ropa ya no te queda y no te ves bien. ¡Me
desagradas!
Miedo: Si no cambias, tengo miedo de que sigas engordando hasta que
esto se convierta en un verdadero riesgo para tu salud. Temo que tu colesterol
va a llegar a un nivel tan alto que tal vez sufras un infarto. Me da miedo que
puedas volverte diabético, Me da miedo que nunca vayas a cambiar y entonces
vayas a morir joven y nunca vayas a vivir realmente tu destino. Si sigues así,
nunca vas a alcanzar tus sueños. Me da miedo que si no cambias de dieta y comes
mejor y empiezas a cuidarte más, nadie se vaya a sentir atraído hacia ti.
Puedes terminar viviendo solo por el resto de tu vida.
Pedido: Quiero que entres a un gimnasio y que vayas al menos
tres veces por semana. Quiero que salgas a caminar durante veinte minutos los
otros cuatro días. Quiero que disminuyas el tiempo que ves televisión y lo
dediques a hacer ejercicio. Quiero que dejes de comer alimentos fritos y
empieces a comer más fruta fresca y verduras. Quiero que dejes de tomar bebidas
gaseosas y que tomes más agua. Quiero que limites tu consumo de alcohol a los
viernes y los sábados en la noche.
Amor: Te amo. Quiero estar contigo por mucho tiempo. Quiero que
tengas una maravillosa relación con tu pareja. Mereces lucir bien con tu ropa y
sentirte bien con respecto a ti mismo. Mereces que todos tus sueños se
conviertan en realidad. Quiero que te sientas vivo y con ánimo y no cansado y
letárgico todo el tiempo. Tú mereces vivir una vida plena y disfrutar cada
momento. Mereces ser absolutamente feliz.
Siempre que escuches que una parte de ti te está juzgando, sólo respóndele: “Gracias por preocuparte ¿De qué tienes miedo?.. ¿Qué
quieres que haga específicamente?. . . ¿En qué me beneficiaría esto?...
Gracias.” Ahora tienes herramientas para transformar " en un "coach interior" de tu bienestar.
María del Carmen Vega
Coach Ontológico Profesional